Por efecto de la pandemia, en Estados Unidos el tenis y el golf ganan seguidores
Desde la aparición de la COVID-19 en todo el mundo la práctica deportiva quedó prohibida durante largos periodos y ello generó que hubiera menos gente practicando deporte.
La pandemia prácticamente anuló las actividades deportivas y de ocio. Los gimnasios y los estudios de yoga cerraron, al igual que los cines, los museos y las salas de conciertos. Se prohibieron juegos tan rutinarios como las damas en un parque local o el básquetbol en casi cualquier entorno, así como nos ha ocurrido en comunidades costarricenses donde adultos mayores han acostumbrado en los últimos años reunirse a jugar el popular “tablero” o ajedrez, actividades abandonadas debido al COVID.
Sin embargo, volviendo al panorama internacional y concretamente a Estados Unidos, el golf y el tenis, que han tenido dificultades para reclutar nuevos participantes en los últimos años, florecieron a medida que los atletas ociosos buscaban jugar al aire libre, a una distancia segura, con algunos ajustes para adaptarse a las nuevas directivas de salud. Mientras que más de la mitad de las instalaciones de tenis y golf en Estados Unidos se cerraron con candado en marzo y abril debido al coronavirus, de junio a diciembre en 2020 las rondas de golf en todo el país aumentaron en 75 millones en comparación con el mismo período de 2019, un aumento del 27%.
Los datos del reciente informe de participación del Consejo de Actividad Física, que monitorea la actividad en más de 100 deportes y actividades, mostraron que la participación en el tenis aumentó un 22% en 2020, con 21,6 millones de estadounidenses que dijeron que jugaron el deporte al menos una vez. Eso incluyó casi 3 millones de nuevos jugadores y 3,8 millones de estadounidenses que volvieron a practicar el deporte después de un paréntesis significativo, un aumento del 40% con respecto al año anterior.
Las canchas de tenis y los campos de golf se han llenado de personas a las que los líderes de esos deportes han intentado llegar durante años: principiantes y novatos cuyo número había disminuido de forma alarmante. Los recién llegados acudieron a estos deportes en gran parte por su accesibilidad. Durante décadas, los sistemas escolares locales y los departamentos de parques municipales han construido miles de canchas de tenis en todo el país, de uso gratuito y fácil de localizar. Aunque el golf se percibe a menudo como algo caro y exclusivo, en realidad el 75% de los campos de golf estadounidenses están abiertos al público y el costo medio de un match de 9 hoyos es de unos US$ 22.
La gran inversión pública en el golf y el tenis, con el dinero de los contribuyentes, hace que se mantenga el auge de la práctica. Mientras gran parte del país hace planes de reapertura, los responsables del golf y el tenis no se preocupan por eso, ahora su interés se centra en una cuestión esencial: ¿cómo retener a los recién enganchados cuando vuelvan a estar disponibles otras opciones recreativas? Está por verse… Lo bueno es que poco a poco la práctica deportiva va emergiendo.
Periodista Marco Tulio Vega.
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