Grandes emociones en Cuba por la participación de futbolistas que juegan en el extranjero en las eliminatorias
La participación de jugadores que se han desarrollado fuera de la isla para los partidos clasificatorios rumbo al Mundial podría ser señal de que algo cambia tras bastidores en el sistema deportivo cubano.
Y es que, en la lucha rumbo a la Copa del Mundo 2022, Cuba intentará un enfoque que no ha probado en años: alinear a muchos de sus mejores jugadores elegibles. Durante años, solo los cubanos que tenían contratos con el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), el organismo oficial del deporte en el país, fueron seleccionados para representar al equipo nacional.
Esta vez, eso ha cambiado. Cuba ya dispone en su plantel de varios jugadores radicados en el extranjero –y fuera del sistema deportivo oficial cubano– para disputar una serie de partidos de clasificación para el Mundial.
Por ejemplo, Onel Hernández, extremo del alemán Norwich City; Carlos Vázquez Fernández, defensor que juega en España, y Joel Apezteguía, delantero que vive en San Marino, podrían debutar con su selección, además del defensa Jorge Luis Corrales.
“No sabía si gritar o reírme porque hay muchos sentimientos encontrados”, dijo Corrales, quien actualmente juega en una liga de segunda categoría en los Estados Unidos. “Muchas imágenes que pasaron por mi mente de momentos jugando en la selección, grandes momentos. Volver a pasar por esos momentos, creo que va a ser una de mis mejores experiencias desde que llegué aquí”.
Para observadores externos, los jugadores radicados en el extranjero entran en una categoría difícil de distinguir de los cubanos que abandonaron los equipos nacionales durante torneos en el extranjero o desertaron en otros lugares. Pero hay una distinción importante que marca la diferencia para los funcionarios cubanos: todos ellos salieron de la isla con sus padres cuando eran niños, o recibieron el permiso del gobierno para ir al extranjero.
El delantero Apezteguía jugó en Cuba hasta los 24 años, antes de marcharse para ayudar a su padre a dirigir un bar y un restaurante en España. Tras años de trabajo en ligas menores de Europa (Moldavia, Albania y su actual casa, en San Marino, son los puntos más destacados) y a la espera de ser notado por los directivos del fútbol cubano, la llamada finalmente llegó.
Hernández, de 28 años, dejó Cuba cuando era un niño para trasladarse a Alemania. Comenzó su carrera profesional en la segunda alemana antes de fichar por el Norwich City, al que ayudó a conseguir el ascenso a la Premier League en 2019. Ese verano, se convirtió en el primer cubano en jugar la Premier. Unos meses después, en un partido contra el Manchester United, se convirtió en el primer cubano en marcar un gol en ella.
Hernández había manifestado en el pasado su interés por representar a su país de nacimiento, incluso al aceptar una invitación para entrenar con la selección, pero vestir el uniforme en un partido oficial seguía pareciendo imposible hasta este mes.
Vázquez Fernández, de 21 años y conocido como “Cavafe”, se fue a España con sus padres cuando tenía tres años. Allí desarrolló su juego de fútbol, ascendió en la academia de Atlético Madrid y se entrenó a veces con el primer equipo. Lleva años expresando su deseo de vestir la camiseta de Cuba, pero no tenía un calendario en mente.
“Yo sabía que sí se iba a dar esta primera convocatoria”, dijo. “Lo que no sabía si era más tarde, más temprano, o iba a ser en 2028, en 25, o en el 21, pero yo sabía que sí se iba a dar. Siempre he sido muy positivo”.
El director técnico de Cuba, Elier Sánchez se refirió a las nuevas caras y dijo que “sin duda” reforzarán a su equipo. “Son futbolistas que están jugando en ligas de primer nivel en el mundo. Van a aportar mucho. Desde el punto de vista de los resultados que puedan tener con el equipo, pienso que serán las cosas muy diferentes”, dijo.

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