Los microondas se han convertido en una necesidad en nuestro hogar y nuestra cocina. Prácticamente existen en todas las casas, ya sea para hervir agua, calentar leche, cocinar nuestra pizza favorita o recalentar la comida que se nos ha quedado fría.
Estos dispositivos, como su nombre sugiere, funcionan según el principio de las ondas microondas que se propagan a través de la comida o el líquido. Las ondas hacen vibrar las moléculas de agua dentro de los alimentos y las calientan desde dentro hacia afuera, a diferencia de los hornos convencionales que usábamos tradicionalmente. Recordemos que el microondas nunca modifica la composición química de los alimentos, solo los calienta.
Cualquier horno microondas puede tener una fuga de radiación y las razones puede ser muchas. La exposición directa a altos niveles de radiación de microondas puede causar problemas de salud debido al calor intenso, como quemaduras y también cataratas. Si bien la mayoría de las fugas del horno microondas son demasiado pequeñas para producir riesgos para la salud tan importantes, cualquier microondas que parezca dañado o que tenga más de 10 años podría ser peligroso, pero no por las fugas, sino porque el microondas, al igual que hace con la comida, podría calentarnos en exceso y provocar quemaduras. Este es el peligro real al que nos enfrentamos al usar un microondas, según la OMS, las quemaduras.
Las microondas tienen frecuencias que van desde aproximadamente mil millones de ciclos por segundo (1 GHz) hasta 300 veces más y tienen longitudes de onda (la distancia entre picos) de entre 30 cm y 1 mm. Dentro de un horno de microondas, las microondas se generan en una pieza de tecnología llamada magnetrón y se transmiten al interior de metal del horno de microondas. Cualquier cosa que pongamos en el interior del aparato, absorberá estos rayos y la calentará.
Las regulaciones de la FDA permiten una pequeña cantidad de fugas durante la vida útil del microondas, de aproximadamente 5 mW / cm2 a aproximadamente 5 cm de la superficie del horno. La radiación en sí no es ionizante, por lo que no dañará el ADN, ni provocará mutaciones, ni aumentará el riesgo de desarrollar tumores.
Al igual que la OMS, la FDA advierte que una alta exposición a las microondas puede provocar una quemadura dolorosa. Los ojos y los testículos serían los órganos más vulnerables porque tienen relativamente poco flujo sanguíneo para eliminar el calor. Pero provocar una lesión como cataratas en el ojo requerirían una gran cantidad de radiación.
Cómo comprobar si el microondas tiene una fuga de radiación
Ante todo, no hagas la prueba de colocar un móvil en su interior, cerrar el microondas y probar a ver si suena. ¡Es un mito!
¿Deberíamos preocuparnos de si nuestro microondas pierde radiación?
La respuesta sencilla es que no. De ninguna forma. Es más probable que nos quememos la mano con un vaso o taza de agua caliente que con la radiación misma del dispositivo. En ningún momento, la radiación del microondas estará en una dosis lo suficientemente alta como para causarnos ningún daño.
Todo lo que has podido leer al respecto en las redes sociales son, esencialmente, falacias.
Por ejemplo, no puedes medir si el microondas tiene una fuga de radiación metiendo el móvil dentro y probar a llamar. El que suene o no no tiene nada que ver con fugas de radiación microondas. El móvil sonará porque las microondas y las ondas de telefonía son similares pero distintas. Es falso que puedas comprobarlo de esta forma.
Tampoco es cierto que no puedas cocinar según qué alimentos en el microondas. Todo lo que cocines en él es seguro y tiene el mismo valor nutricional que si lo cocinaras tradicionalmente. No destruye nutrientes ni nada parecido.
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